La Norma Oficial Mexicana NOM-052-SEMARNAT-2005 establece el Código de Peligrosidad de los Residuos (CPR), que identifica las propiedades peligrosas de un residuo mediante letras clave. Estas son:
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C – Corrosivo
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R – Reactivo
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E – Explosivo
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T – Tóxico
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Te – Tóxico Ambiental
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Th – Tóxico Agudo
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Tt – Tóxico Crónico
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I – Inflamable
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B – Biológico-Infeccioso
En caso de mezclas de residuos peligrosos, se asigna el código del residuo predominante en volumen y se agrega la letra M
Explicando un poco mejor cada letra clave
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C – Corrosivo. Son residuos líquidos o soluciones acuosas con un pH menor o igual a 2.0 o mayor o igual a 12.5. También aquellos que corroan acero SAE 1020 a una tasa de 6.35 mm/año a 55 °C.
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R – Reactivo
Residuos inestables que:
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Reaccionan o polimerizan violentamente bajo condiciones normales.
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Generan gases o vapores tóxicos al contacto con agua, ácidos o bases.
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Contienen cianuros o sulfuros que liberan gases peligrosos en ciertas condiciones de pH.
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Pueden favorecer la combustión o contener gases inflamables.
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E – Explosivo. Sustancias capaces de liberar súbitamente energía en forma de presión, gas y calor, ya sea por choque, fricción o alta temperatura.
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T – Tóxico
Se divide en tres categorías:
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Te – Toxicidad Ambiental: afectan gravemente el equilibrio ecológico.
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Th – Toxicidad Aguda: provocan daño inmediato o a corto plazo tras una sola exposición.
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Tt – Toxicidad Crónico: generan efectos adversos prolongados, como cáncer, mutaciones o daños hereditarios.
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I – Inflamable. Residuos (líquidos, sólidos o gases) que pueden encenderse fácilmente y propagar llamas. La inflamabilidad depende del vapor generado en el caso de líquidos.
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B – Biológico-Infeccioso. Contienen microorganismos patógenos (virus, bacterias, hongos) o toxinas capaces de causar infecciones en seres vivos.