Agentes de transporte del sedimento
El sedimento producido por erosión e intemperismo se transporta mediante los siguientes agentes:
- Flujos de masa movidos por gravedad con diferente saturación o contenido de agua.
- Agua en movimiento: en (a) láminas de flujo abierto (escorrentías, oleaje, flujo de mareas, corrientes marinas); ó en
(b) canales confinados (ríos y arroyos o cañones submarinos). - El flujo del agua puede ser laminar a turbulento.
- Viento (aire en movimiento). El flujo puede ser laminar a turbulento.
- Glaciares (hielo en movimiento). El flujo generalmente es laminar.
Los sedimentos producidos por actividad volcánica se transportan mediante:
+ Aire (caída cenizas).
+ Corrientes piroclásticas de densidad.
+ Avalanchas y lahares (flujos de lodo).
Cada agente de transporte imprime en el sedimento propiedades características, que son diagnósticas de cada agente de transporte, por ejemplo:
El viento solo transporta materiales de cierto tamaño (tamaño arena o de ceniza). El agua transporta materiales de un más amplio rango de tamaños, desde muy finos como la arcilla, hasta gravas y grandes bloques. El hielo es el agente que acarrea los bloques de más grandes tamaños.
Los precipitados químicos se producen cuando el medio de transporte es agua, que casi invariablemente contiene material disuelto en ella, y con la condición de que, el aporte de detritos no sea muy abundante.
Los flujos conducidos principalmente por la gravedad, llamados gravitacionales, como las avalanchas y lahares pueden mover clastos de muy gran tamaño mezclados con abundantes materiales finos.
Los flujos laminares y turbulentos desarrollan ciertos arreglos geométricos, característicos de cada uno de ellos, que se reflejan en el tipo de estratificación que presentan; así como en otros rasgos geométricos debido al movimiento de los clastos o, causados por la actividad de algunos organismos, sobre el fondo de los lechos por donde fluyen estas corrientes; rasgos todos ellos, que se conocen como estructuras sedimentarias.
Los precipitados químicos se producen cuando el medio de transporte es agua, que casi invariablemente contiene material disuelto en ella, y con la condición de que, el aporte de detritos no sea muy abundante.
Los flujos conducidos principalmente por la gravedad, llamados gravitacionales, como las avalanchas y lahares pueden mover clastos de muy gran tamaño mezclados con abundantes materiales finos.
Los flujos laminares y turbulentos desarrollan ciertos arreglos geométricos, característicos de cada uno de ellos, que se reflejan en el tipo de estratificación que presentan; así como en otros rasgos geométricos debido al movimiento de los clastos o, causados por la actividad de algunos organismos, sobre el fondo de los lechos por donde fluyen estas corrientes; rasgos todos ellos, que se conocen como estructuras sedimentarias.